sábado, 27 de junio de 2009

El autentico amor no espera....

Mmm he estado un poquito triste estos dias en que a mi genial amiga se le ocurrio contagiarme la gripa y me tumbo en cama tres dias, y pense en muchas cosas y en muchas personas pero en especial en una, y desee muchas cosas de esa personita pero no esta aqui, y no se si regresara, pero si se que no debo esperar...



Había una vez un viejito que estaba enfermo y cansado. Él tenía cuatro hijos, y de ninguno de ellos recibía la menor atención. Vivía en una abundante pobreza. A duras penas lograba sobrevivir.

En su pequeñisima granja deambulaban unas cuantas gallinas flacas, que existían casi de milagro, y por lo menos, no dejaban de poner un par de huevos diariamente. El resto de la dieta que el viejito consumía, eran unas cuantas frutas silvestres que cada día le costaba mucho esfuerzo recolectar.

Un día, buscando entre sus escasas pertenencias, encontró dos monedas de plata y se le ocurrió una genial idea.

En el pueblo las intercambió con un mercader de artículos antiguos quien le dio un viejo baúl.

Como pudo, se las arregló y lo trasladó a su casa. Una vez en ella, lo dejó a la vista en el centro de su humilde choza. Por casualidad uno de sus hijos lo visitó e intrigado le preguntó: "¿Qué guardas ahí?"

-"Un secreto", le contestó, "que solamente conocerán tú y tus hermanos el día en que me muera, pues allí esta toda mi herencia". Al día siguiente lo enterró debajo de su lecho.

Cual fue su sorpresa que a partir de entonces, un hijo al menos lo visitaba durante el día. Le llevaban leche y miel, y entre los cuatros hijos le mantenían su choza bastante limpia. Un día al viejo se le detuvo el tiempo muriendo en su granja. De inmediato los hijos se dieron cita, no tanto para velarlo, por supuesto, sino para ver a cuanto ascendía su herencia.

Y cual fue su sorpresa que una vez desenterrado y abierto el cofre, lo único que encontraron fue un trozo de papel que decía de su puño y letra, un poco torcida y temblorosa: "Hijos míos: el auténtico amor no espera, se entrega generosamente sin esperar recompensa. Mi única herencia es que aprendan a amar; hubiera deseado dejarles mas, pero mi único legado es darles las gracias por lo que me dieron en vida."

Los cuatro hermanos al fin comprendieron que un buen padre puede dar la vida por sus hijos, pero algunos no entregan nada en vida a sus padres.

En profunda reflexión, le dieron finalmente una digna sepultura, y uno de ellos, cuando arrojó el último puñado de tierra, le despidió diciendo: "TE PROMETO AMAR SIN ESPERAR"

martes, 16 de junio de 2009

Alma en libertad


Te deseo que te vaya bien por la vida
te deseo de todo corazón que seas feliz cada día
no tengas tanto miedo por mí
la luna va a seguir ahí
aunque no estés aquí

te dejo el alma en libertad
para que al fin puedas volar
te dejo una luz en el suelo
por si decides regresar
te dejo un sitio en la ciudad
en donde puedas recordar
te dejo una estrella en el cielo
que cumpla tus deseos
tus nuevos deseos

ya no guardo, el menos rencor, te lo juro
ya no tengo esas ganas de morirme junto a ti
aunque fue muy duro
no tengas tanto miedo por mi
la luna, va a seguir ahí
aunque no estés aquí

te dejo el alma en libertad
para que al fin puedas volar
te dejo una luz en el suelo
por si decides regresar
te dejo un sitio en la ciudad
en donde puedas recordar
te dejo una estrella en el cielo
que cumpla tus deseos
tus nuevos deseos

dejé desnuda la pared, pero los clavos aún se ven
nuevas fotos, nuevos versos
algún día colgaré

te dejo el alma en libertad
para que al fin puedas volar
te dejo una luz en el suelo
por si decides regresar
te dejo un sitio en la ciudad
en donde puedas recordar
te dejo una estrella en el cielo
que cumpla tus deseos
tus nuevos deseos